CONTROL DE CALIDAD – MICROBIOLOGÍA
Msc.Carlos Caiza – Analista Control de Calidad
Analista Control de Calidad
La alimentación es vital para el ser humano y la manera en que esta actualmente llega a todos nosotros ha sufrido cambios importantes a lo largo de los años.
La necesidad de atender nuevas exigencias sociales, de calidad; y además las encaminadas hacia el cuidado de la salud, han motivado la aparición de productos que, aparte de satisfacer una necesidad biológica, ayuden a mejorar o mantener buena calidad de vida. Las alternativas que han surgido en los últimos años se pueden resumir en dos grupos: alimentos funcionales y nutracéuticos.
Se debe tener clara la definición de alimentos funcionales y nutracéuticos para diferenciarlos de los medicamentos tradicionales. Por un lado, los nutracéuticos y los alimentos funcionales tienen por objeto brindar un aporte extra de nutrientes y mejorar su asimilación para prevenir ciertas enfermedades y/o mejorar la calidad de vida; mientras que los medicamentos tradicionales se enfocan en la “cura” de determinadas patologías.
-El término alimento funcional acuñado en el año 1980, se define según la IFIC (Consejo Internacional de Información sobre Alimentos) como “todo aquel alimento semejante en apariencia física al alimento convencional, consumido como parte de la dieta diaria, capaz de producir demostrados efectos metabólicos o fisiológicos útiles en el mantenimiento de una buena salud física y mental, en la reducción del riesgo de enfermedades crónico-degenerativas, además de poseer funciones nutricionales básicas”.
Entre los alimentos funcionales destacan los alimentos que contienen determinados minerales, vitaminas, ácidos grasos o fibra alimenticia, los alimentos a los que se les ha añadido sustancias biológicamente activas, como antioxidantes; y los probióticos, que contienen cultivos vivos de microorganismos beneficiosos. Entre los ejemplos más destacados de alimentos funcionales se encuentran las bebidas fermentadas como el yogurt, vino, kéfir o la kombucha.
-Un nutracéutico se puede definir como un suplemento dietético, presentado en una matriz no alimenticia (píldoras, cápsulas, polvo) de una sustancia natural bioactiva concentrada, presente usualmente en los alimentos y que, tomada en dosis superiores a las existentes en los alimentos, presumiblemente, tiene un efecto favorable sobre la salud mayor que el que podría tener el alimento normal. Por tanto, se diferencian de los medicamentos, ya que estos suelen ser productos de síntesis y no tienen en su mayoría un origen biológico natural. Son por otra parte nutracéuticos los componentes de los alimentos o partes de los mismos que aportan un beneficio añadido para la salud, capaz de proporcionar bondades curativas o de prevención en el manejo de ciertas enfermedades.
Es decir en un alimento funcional hay un valor nutracéutico que se refiere a aquellos componentes conocidos o no, a los que se les atribuyen funciones de mantenimiento y potenciación de la salud. Un ejemplo de nutracéutico son los fitofármacos, generalmente en cápsulas blandas las cuales contienen compuestos bioactivos que han demostrado poseer efectos benéficos para la salud.
Se debe tener presente que tanto los alimentos funcionales como los nutracéuticos deben incluirse en una dieta balanceada y equilibrada junto con una adecuada actividad física y la adecuada ingesta de agua con la finalidad de obtener los beneficios que este tipo de alimentos pueden aportar.